Cada vez más personas recurren a sesiones de blanqueamiento de los dientes, ya sea en el dentista, en establecimientos privados o mediante tratamientos que se realizan en casa.
Los blanqueamientos dentales se realizan en centros odontológicos o en clínicas dentales aunque también pueden comprarse kits de blanqueamiento de dientes en farmacias e incluso en internet.
Los productos para el blanqueamiento de los dientes se comercializan en forma de gel y se aplican con cintas o con férulas de blanqueamiento.
El peróxido de hidrógeno, conocido con el nombre de agua oxigenada, es un producto utilizado para el blanqueamiento de los dientes. De hecho, cuanto mayor es la concentración de peróxido de hidrógeno, más blancos se vuelven los dientes.
El peróxido penetra en el diente y combate las moléculas causantes de las manchas o la decoloración.
De acuerdo a la reglamentación actual, los productos que se utilicen en casa para blanquear los dientes no deben contener una concentración de peróxido de hidrógeno superior a 0,1 %.
Para empezar, los productos para blanquear los dientes con una concentración de peróxido de hidrógeno entre el 0,1 % y el 6 % solo pueden ser utilizados en adultos por un odontólogo.
No obstante, el odontólogo puede proporcionar el producto al consumidor después de explicarle cómo seguir este tratamiento.
Los productos con una concentración superior al 6 % están prohibidos en el territorio de los estados miembros de la Unión Europea.
Blanquearse los dientes está contraindicado en niños, adolescentes y mujeres embarazadas (consultar con un médico), ante la presencia de caries, lesiones de desgaste o de abrasión, así como en caso de hipersensibilidad de los dientes.
Los expertos recomiendan acudir a un odontólogo para examinarse los dientes y la boca antes de blanquearse los dientes.
La Dirección general de la competencia, el consumo y la represión de los fraudes en Francia (DGCCRF) y la Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria de Productos de Salud (AFSSAPS) alertan a los consumidores sobre la práctica del blanqueamiento de los dientes porque los productos utilizados pueden provocar daños a los dientes.
Es importante conocer los riesgos de los productos utilizados para el blanqueamiento de los dientes. Los problemas dentales aparecen, esencialmente, cuando la concentración es superior a la autorizada.
Algunas personas experimentan hipersensibilidad de los dientes -dolores al comer alimentos fríos- después de un blanqueamiento dental.
Los productos para blanquear pueden modificar el esmalte dental, desgastar los dientes de forma prematura, irritar la boca y fragilizar los dientes.
Y no solo esto, el uso de productos inadecuados degrada la unión entre el diente y la amalgama, debilita la superficie de los empastes e irrita las encías.
Se desaconseja efectuar sesiones de blanqueamiento de los dientes demasiado frecuentemente.
El Comité científico de los productos de consumo de la Comisión Europea (CCPC) formuló sus recomendaciones:
"La utilización de productos de blanqueamiento de los dientes que contengan hasta el 0,1 % de peróxido de hidrógeno no tienen riesgo.
A condición de que sea aprobada por un dentista, la utilización apropiada de productos de blanqueamiento de los dientes que contienen entre el 0,1 y 6,0 % de peróxido de hidrógeno está también considerada como segura. Sin embargo, estos productos no son considerados como lo suficientemente seguros por ser vendidos sin receta y no pueden ser utilizados libremente. De hecho, los efectos nocivos potenciales en la boca no han sido lo suficientemente estudiados y el caso individual de cada paciente debería ser tomado en consideración antes del tratamiento".
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