La tiroglobulina es una proteína compuesta por yodo que sirve para fabricar y almacenar las hormonas tiroideas. Es transportada por la sangre. Cuando su tasa es demasiado alta, el cuerpo produce anticuerpos antitiroglobulinas y así evita el hipertiroidismo y sus síntomas. Cuando los niveles de estos anticuerpos son demasiados altos, podemos hallarnos antes un hipotiroidismo autoinmune de la tiroides. Una forma de esta enfermedad es la enfermedad de Hashimoto que puede conducir a la destrucción de la tiroides.