Después de una fractura, el hueso se inmoviliza para permitir la formación de un callo óseo, que permite la recuperación de un hueso idéntico en forma y tan fuerte como el hueso original. Pero a veces, especialmente cuando el hueso fracturado se inmoviliza en una posición inadecuada, la curación ósea se hace en una mala posición: a esto se le llama callo vicioso. Habitualmente, el callo vicioso no causa molestias al individuo, se puede sentir a veces una pequeña bola al lado del lugar de la fractura. A veces sin embargo, el callo vicioso provoca molestias en los movimientos o el confort, y puede realizarse una cirugía para repararrlo.