La compliance se refiere a la capacidad de un órgano de adaptar su volumen a una presión. Se corresponde con su capacidad de ser flexible y distendible. Una buena compliance indica que un órgano es capaz de « hincharse » en respuesta al aumento de su contenido, gracias sobretodo a sus fibras elásticas, y de retomar su forma original cuando la presión disminuye en su interior. Los pulmones o el corazón son órganos con buena compliance en ausencia de patologías. Los pulmones enfermos, particularmente en caso de fibrosis, tienen una compliance disminuída. Cuando la compliance ventricular baja a nivel del corazón disminuye la expulsión de sangre y la circulación.