Originalmente, el curare es un veneno poderoso extraído de ciertas plantas, utilizada por los indios de la Amazonía para cazar untando las puntas de sus flechas con esta sustancia para paralizar a sus presas. El curare es capaz de paralizar muchos músculos, incluyendo los respiratorios, y de causar la muerte por asfixia del animal o la persona envenenada en ausencia de asistencia ventilatoria. La medicina utiliza estas cualidades del curare particularmente en anestesia para poder relajar los músculos, para facilitar la intubación en el momento de una intervención quirúrgica o para permitir las manipulaciones de los miembros sobretodo en el caso de la cirugía ortopédica en la colocación de las prótesis.