Los dedos de las manos, como los de los pies, pueden a veces estar religados entre ellos con un trozo de piel más o menos grande en el momento del nacimiento. Se dice que los dedos de las manos o los dedos de los pies están empalmados. El origen de esta malformación es hereditaria. Dependiendo de los casos, puede afectar sólo a dos dedos o a todos los dedos, estar pegados unicamente en la base o en toda su longitud. Esto usualmente no suele molestar para agarrar objetos, separar los dedos o caminar cuando son los dedos de los pies los afectados. El único inconveniente es estético y un tratamiento quirúrgico precoz puede fácilmente corregir el problema.