Tras haber adoptado las medidas adecuadas para evitar las quemaduras del sol, disfrutará de un bonito bronceado que le gustará conservar el máximo tiempo posible.
La hidratación de la piel es primordial para conservar su bronceado y enriquecer su epidermis. También existen simples medidas que se pueden adoptar para conservar su bonita tez dorada incluso a la vuelta de las vacaciones.
Broncéese de una manera inteligente
- Privilegie las exposiciones de corta duración pero frecuentes a las exposiciones agresivas e intensivas: obtendrá un bronceado más uniforme y duradero si se expone poco tiempo, pero a menudo.
- Utilice sólo cremas y leches corporales de alta protección y póngase al sol a partir de las 16h: el sol es más suave, menos agresivo y, contrariamente a ideas preconcebidas, se bronceará incluso con un producto con un alto grado de protección.
Cuidado del cuerpo
La exfoliación
- El engomado permite una limpieza de las capas superiores de la epidermis.
- Una vez por semana, elimine las pieles muertas.
- Hay que tener cuidado con privilegiar la exfoliación suave con granos finos que no atacan las células que todavía están un poco bronceadas.
- La exfoliación prepara igualmente la piel para recibir los cuidados de hidratación.
Cuidados hidratantes
- Incluso si la piel no está expuesta al sol, es importante continuar hidratándola.
- Bajo la forma de leches corporales, cremas, sprays o espumas, los cuidados hidratantes reparan la piel reseca por el sol, la sal o el cloro. Evitando la descamación, permiten conservar un bronceado uniforme y dorado.
Alimentación
Frutas y verduras
- Haga una cura de frutas y verduras para cuidar su bronceado:
- Verduras verdes, ricas en zinc, silicio y vitamina E: espinacas, brócoli, berenjenas, puerro y alcachofas.
- Betacarotenos : melón, tomates, zanahorias, que también contienen licopeno, un anti-radical natural.
- Beba un litro y medio de agua al día.