En el mar o en la montaña, el sol es bueno para levantar el ánimo. Si se sacrifica la protección de la piel contra los rayos UVA, se correrá el riesgo de sufrir pequeñas o incluso graves quemaduras.
Prepararse bien para el sol se convierte en algo muy necesario si se quiere aprovechar bien sus ventajas sin sufrir quemaduras.
Simplemente podría comenzar por una alimentación rica en betacarotenos que protegen la piel de los rayos UVA. Dos científicos alemanes acaban de probar su eficacia en la protección de la piel contra el sol.
¡Mucha crema en las vacaciones con sol! Sea cual sea su tipo de piel, cuando hay mucho sol, su crema debe tener un índice mínimo de protección IP de 30.
Utilice cremas protectoras: una protección solar eficaz es, por tanto, indispensable para disminuir la penetración de los rayos UVA en la piel y por tanto los daños producidos por el ADN en las células cutáneas. Conservan el "capital solar".
Compruebe que la crema solar le proteja también contra los rayos UVA, porque en general lo hace únicamente contra los rayos ultravioletas de tipo B (UVB).
Elegir una crema solar resistente al agua que lleve escrito "resistente al agua" si se baña. Continúe protegiéndose incluso cuando esté moreno.
Una crema protectora que se ha usado el año anterior no tiene la misma protección. Se debe renovar la protección cada dos horas.
Entre las 12h. y las 16h. el sol es más agresivo. Por tanto, en estas horas deben evitarse las exposiciones prolongadas al sol.
Los autobronceadores y los complementos alimenticios no protegen del sol. Llevar gafas que protejan contra los rayos.
Póngase un gorro, una camiseta y gafas de sol porque la crema protectora no es suficiente y no protege totalmente porque no puede proteger de la mayoría de los rayos UVA. Desde junio de 2008, está prohibido que en los protectores solares vendidos en la Unión Europea esté escrito "protección total", porque ningún producto puede proteger completamente del sol.
A pesar de los riesgos, muchas personas se exponen a los rayos UVA en las "cabinas de rayos UVA" donde no se establece ningún control de las dosis establecidas.
Consulte con su dermatólogo que intentará convencerle de evitar esta práctica. El dermatólogo examinará su capital solar, es decir, su tasa de rayos ultravioletas, artificiales o naturales, que la piel es capaz de recibir sin peligro. Le explicará asimismo los riesgos de acudir a este tipo de centros.
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