La midriasis define un aumento en el tamaño de la pupila, el círculo negro situado en el centro del iris, la parte coloreada del centro del ojo. Normalmente ocurre cuando intenta adaptarse la visión a un sitio oscuro, para permitir una captación más importante de los rayos de luz.
En cambio cuando se expone a grandes cantidades de luz, la pupila se contrae: se habla entonces de miosis. Este reflejo se prueba iluminando cada ojo de forma alternativa: la pupila se contrae ante la luz y se expande cuando no hay luz. Hablamos de midriasis cuando la pupila está anormalmente dilatada.
Puede afectar a ambos ojos en caso de intoxicación o de muerte cerebral, pero también puede afectar a un sólo ojo. En este último caso, muchas enfermedades de los ojos pueden ser responsables y en caso de que existan síntomas neurológicos o trastornos de la conciencia debe sospecharse un problema cerebral, es decir, la compresión de una parte del cerebro.
Un scaner o una resonancia magnética se debe realizar con urgencia si aparecen estos síntomas así como una consulta oftalmológica.