El destropropoxifeno (o DPX) era un analgésico sintético. Se encontraba en combinación con otros analgésicos como el paracetamol en ciertos medicamentos como el Di-Antalvic® y, en menor medida, el Propofan®. Se recetaba a los adultos para tratar los dolores moderados e intensos. Pero después de una serie de estudios se demostró sus riesgos cardíacos y los medicamentos que contenían dextroproxifeno se retiraron progresivamente del mercado en 2011.