La inmunodeficiencia corresponde a un déficit del sistema inmunitario. También se le denomina inmunodepresión y tiene como consecuencia la bajada o la desaparición de la capacidad adquirida o innata de un organismo para luchar contra los agentes extranjeros. En este caso, el cuerpo se encuentra con una incapacidad para producir anticuerpos en cantidad suficiente para responder a los antígenos. Existen dos tipos de inmunodeficiencia: la primera corresponde a la inmunodeficiencia genérica, que llamamos también innata. La segunda designa la inmunodeficiencia adquirida, cuyo ejemplo más conocido es el SIDA.