Cada año, algunas personas contraen el VIH (virus de inmunodeficiencia humana), que debilita el sistema inmunológico del paciente. En una etapa más avanzada de la enfermedad, se manifiesta el SIDA que significa síndrome de inmunodeficiencia adquirida. La presencia de ciertos síntomas debe animar a la consulta médica para realizar una prueba de VIH. Es importante recordar que el SIDA es una enfermedad de transmisión sexual y algunas precauciones evitan el contagio.
La presencia y estado permanente de cansancio, pérdida repentina de peso (sin realizar una dieta), ganglios inflamados y la diarrea son signos de alerta que deben motivar la búsqueda de consejo médico.
Este tipo de infección, normalmente, forma parte de un conjunto de enfermedades infecciosas que se presentan con frecuencia en individuos inmunodeprimidos (cuando las defensas inmunitarias están bajas). Una o más de estas infecciones puede revelar la presencia del VIH.
Una tos seca acompañada de fiebre y problemas respiratorios pueden evidenciar una tuberculosis o una neumocistosis.
La presencia de dolor de cabeza, fiebre, somnolencia, convulsiones y otras anomalías neurológicas como mareos, parálisis o problemas del comportamiento pueden evocar un trastorno neurológico, como la toxoplasmosis cerebral.
La disminución repentina del campo visual puede evocar la presencia de un promotor de una retinitis por citomegalovirus.
El dolor abdominal acompañado de diarrea, fiebre y deterioro general de las funciones normales del cuerpo pueden definir la presencia de una infección gastrointestinal por citomegalovirus.
En cuanto a las enfermedades de transmisión sexual, el SIDA puede presentar lesiones del herpes genital, que son una verdadera alerta que necesita una consulta médica.
Dolor de cabeza con fiebre, acompañado de vómitos y fotofobia (intolerancia a la luz) puede deberse a una meningitis criptocócica.
La aparición de nódulos violáceos y dolorosos en las extremidades o en el rostro puede evidenciar el síndrome de Kaposi.
Desde el inicio de 2016, las personas VIH-negativas en riesgo de ser infectadas por el virus VIH reciben un tratamiento preventivo contra el SIDA, Truvada®, un medicamento preventivo, pero no protege de las enfermedades de transmisión sexual y, por lo tanto, no sustituye a los condones.
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