La leucosis felina es una enfermedad contagiosa provocada por un virus llamado leucemógeno felino. Es la primera causa de mortalidad no accidental en los gatos. El virus se transmite entre los gatos a través de la saliva, la sangre o los contactos sexuales. El período de incubación puede durar hasta dos años y todos los gatos no responden de la misma manera frente al virus (algunos no manifiestan ningún síntoma). Los signos más frecuentes son la fiebre, la aparición de adenopatías o ganglios linfáticos inflamados, heridas que tardan en curar y problemas respiratorios. No existe ningún tratamiento contra la leucosis felina aunque una vacuna permite prevenir esta enfermedad.