La fiebre es el aumento temporal en la temperatura del cuerpo, en respuesta a alguna enfermedad o padecimiento. Un niño tiene fiebre cuando su temperatura está en o por encima de estos niveles:
Un adulto tiene fiebre cuando la temperatura está por encima de 99 - 99.5° F (37.2 - 37.5° C), dependiendo de la hora del día
La temperatura corporal normal puede cambiar según la hora del día dado. En general la temperatura es más alta por la noche. Otros factores que pueden influir e incrementar la temperatura corporal son:
La fiebre es una parte importante de las defensas del cuerpo contra la infección. La mayoría de las bacterias y virus que causan las infecciones en las personas prosperan mejor a 37° C (98.6° F). Muchos bebés y niños presentan fiebre alta con enfermedades virales sin importancia. Aunque la fiebre sea para nosotros un signo de que se podría estar presentando una batalla en el cuerpo, dicha fiebre está luchando a favor de la persona y no en su contra.
Casi cualquier infección puede causar fiebre. Algunas infecciones comunes son:
Los niños pueden tener una fiebre baja durante uno o dos días después de algunas vacunas.La dentición puede causar un ligero aumento en la temperatura de un niño, pero no superior a 100° F (37.7° C)
Los trastornos inflamatorios o autoinmunitarios también pueden causar fiebres. Algunos ejemplos son:
El primer síntoma de un cáncer puede ser la fiebre. Es frecuente, sobretodo, en el caso de enfermedad de Hodgkin, linfoma no Hodgkin y leucemia.
Generalmente no ocurrirá daño cerebral a raíz de la fiebre a menos que ésta sea mayor de 42º C (107.6° F). La fiebre sin tratamiento causada por una infección rara vez sobrepasa los 40.5º C (105° F), a menos que el niño tenga demasiada ropa o esté en un lugar caluroso. Las convulsiones febriles pueden aparecer en algunos niños: suelen terminar rápidamente y no significan que el niño tenga epilepsia ni causan ningún daño permanente.