Los cuerpos cavernosos son dos tejidos esponjosos y extensibles situados en el pene, que se llenan de sangre en el momento de la excitación sexual en el hombre. Estos cuerpos cavernosos son los que permiten el fenómeno de la erección, reuniendo el 90 % de la sangre necesaria. Más raramente, los cuerpos cavernosos también pueden designar los tejidos eréctiles del clítoris en la mujer que, al igual que en el pene, se llenan de sangre en caso de placer sexual.