Cuando se practica submarinismo, se puede sufrir un accidente debido a las variaciones de presión: lo denominamos barotraumatismo. Este puede asentarse a nivel de un diente. El orificio de un diente careado contiene aire. Cuando se practica buceo, este aire se somete a variaciones de presión que provocan grandes dolores dentales, incluso insoportables, que a veces pueden llegar al síncope. El ascenso a la superficie normalmente hace desaparecer el dolor.