Accesible a todos los trabajadores de los sectores privados y públicos, la medicina del trabajo garantiza buenas condiciones de trabajo.
¿Cuál es su beneficio para los trabajadores y empleadores? ¿A cuál ritmo se efectúan los exámenes médicos?
El papel del médico el trabajo es esencialmente preventivo. Interviene a la vez ante los trabajadores y los empleadores, para evitar toda alteración de la salud física y mental de los trabajadores a causa de su trabajo. El acceso a la medicina del trabajo es libre.
El médico del trabajo vigila el estado de salud de los empleados y determina su aptitud para el trabajo. Para ello, revisiones médicas están previstas para la contratación, luego aproximadamente cada dos años. Revisiones médicas son efectuadas después de largos períodos de interrupción de las actividades laborales. El médico del trabajo puede intervenir en caso de acoso moral o sexual.
El médico del trabajo tiene un papel de consejero ante los empleadores y los representantes del personal sobre puntos tales como las condiciones de trabajo en empresa, la adaptación de los puestos, la protección contra los productos tóxicos y la higiene.
Evaluando los riesgos relacionados a una actividad, el médico del trabajo se halla en situación de proponer acciones de prevención y soluciones de ergonomía. Dispone de un acceso libre a los puestos de trabajo.
La revisión médica para la contratación permite verificar que el empleado es apto para el trabajo. El médico del trabajo le informa de los riesgos potenciales relacionados a su puesto de trabajo y lo sensibiliza a los medios de prevención. Una adaptación del puesto de trabajo puede también ser preconizada. Esta visita debe efectuarse antes de la contratación o antes del final del período de prueba.
Las revisiones médicas periódicas aseguran un seguimiento del trabajador y de su aptitud para el trabajo y generalmente se efectúan cada dos años.
Aparte de estas revisiones médicas, el trabajador tiene la posibilidad de ser recibido por el médico del trabajo a su solicitud o a la del empleador. Los empleados de menos de 18 años de edad, las mujeres embarazadas, los trabajadores minusválidos y las personas expuestas a productos tóxicos gozan de una vigilancia médica reforzada.
La medicina del trabajo prevé revisiones médicas después de una para laboral superior a tres meses. Revisiones médicas están también previstas luego de un descanso por maternidad, en respuesta a una enfermedad profesional y a una ausencia de más de 30 días. Estas revisiones médicas permiten verificar que el empleado está apto para retomar el trabajo.
Según las situaciones, adaptaciones del puesto de trabajo, una reclasificación del trabajador o capacitaciones pueden ser propuestas. Una nueva revisión médica es obligatoria, incluso después de retomar el trabajo.
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