La epiescleritis correspone a la inflamación de una membrana del ojo llamada epiesclerótica. Esta última se encuentra entre la conjuntiva (la membrana más superficial del ojo, directamente en contacto con el ambiente externo) y una tercera membrana más profunda, la esclerótica. Si la conjuntivitis es frecuente , la epiescleritis es mucho más rara. La mayoría de los pacientes sufren la denominada epiescleritis idiopática, de causa desconocida. Sin embargo, hay formas infecciosas y autoinmunes de epiescleritis. El paciente siente molestias en el ojo. También es más sensible a la luz (fotofobia) y el ojo puede llorarle un poco. A veces pueden formarse nódulos en la superficie de la esclerótica: a esto se le llama epiescleritis nodular. La epiescleritis, por lo general, se cura espontáneamente y no requiere tratamiento específico. En caso de que el malestar sea importante pueden prescribirse gotas para los ojos o lágrimas artificiales. Los medicamentos antiinflamatorios orales a son veces necesarios.