Los medicamentos antiinflamatorios son, por definición, aquellos que se oponen a los procesos de la inflamación. Distinguimos los anti-inflamatorios esteroideos, derivados de la cortisona, y los antiinflamatorios no esteroideos que no la contienen. Tienen cualidades anti-inflamatorias y también analgésicas y antipiréticas. Se utilizan para tratar ciertos reumatismos inflamatorios crónicos y en ocasiones también para tratar el dolor, la fiebre y los síntomas de la gripe. Los dos antiinflamatorios más conocidos son la aspirina y el ibuprofeno. Los medicamentos antiinflamatorios pueden tener efectos secundarios, sobretodo gastrointestinales y se deben utilizar con precaución en personas que han tenido úlcera gastrointestinal o que tienen riesgo de sangrados.