Las personas que han tenido la varicela presentan cicatrices en diversas partes del cuerpo que a menudo se acompañan de picor. Generalmente son de forma circular y bastante profundas. De entrada hay que evitar rascar las lesiones. Los antihistamínicos y los baños bicarbonatados pueden ayudar a luchar contra los picores. Debido a que son profundas estas cicatrices a menudo son permanentes. Ciertos dermatólogos las extirpan y/o recurren a la dermoabrasión para atenuarlas.