La furocumarina, también denominada furanocumarina, designa a un conjunto de sustancias tóxicas sensibles a la luz. Se obtienen a partir de la fusión del núcleo de un compuesto químico (el furano) y de una sustancia orgánica aromática (cumarina). Incluyen, especialmente, al psoraleno, un compuesto que se utiliza para tratar ciertas afecciones de la piel como el eccema, el vitíligo o la psoriasis. Las mandarinas, los limones y los pomelos contienen furocumarinas en su cáscara. Es por esta razón que estas frutas ácidas están contraindicadas en asociación con ciertos medicamentos.