Existen varios tipos de vértigos. Los vértigos posicionales paroxísticos benignos se deben a la presencia de pequeños cristales que afectan al oído interno. El oído interno es el responsable de la percepción de los movimientos. Estos microcristales alteran esta percepción y por eso tenemos la sensación de que todo gira a nuestro alrededor cuando realizamos ciertos movimientos. La maniobra de Epley y la maniobre de Toupet y Sermont permiten hacer desaparecer los síntomas.