Los vértigos son una sensación de desplazamiento de si mismo o del entorno mientras que ningún movimiento ocurre. La impresión es rotatoria en el vértigo verdadero, como si la cabeza o los objetos exteriores girasen. Existen muchas posibles causas de "falsos" mareos como el estrés, la altura (o vértigo paroxístico de posición), una caída repentina de la presión arterial (hipotensión ortostática ) ... Según su origen, los vértigos verdaderos pueden ser:
El paciente se queja de mareos y tiene la impresión de que lo que le rodea (o él mismo) gira, de forma temporal o permanentemente. Otros signos clínicos pueden estar presentes y pueden orientar hacia una causa más que a otra. En el caso de un inicio gradual y signos neurológicos asociados tales como trastornos motores, temblores o trastornos del movimiento de los ojos se sospecha de un origen cerebral. Si el comienzo es más bien repentino y los vómitos o náuseas están presentes, así como los trastornos de la audición, la afectación se encuentra mas frecuentemente a nivel del oído.
El examen clínico no siempre determina las causas del mareo. Las investigaciones pueden ser largas y requieren pruebas adicionales: audiometría e impedanciametría que testa la audición, pruebas biológicas y pruebas de imagen. El recurso a la prueba vestibular, que utiliza agua de diferentes temperaturas introducida en el interior de los oídos, puede generar nistagmus que son finos movimientos oscilatorios de los ojos. El análisis de su frecuencia ayuda al diagnóstico.
El tratamiento depende de la causa de los vértigos. Irá desde la ausencia de tratamiento a la indicación de maniobras específicas de manipulación en los vértigos posicionales paroxísticos benignos, a la cirugía en caso de tumor, pasando por tratamientos con antibióticos en caso de infección.