Colesteatoma

El colesteatoma es una alteración que se localiza en el oído medio y que afecta a la membrana timpánica que separa el oído externo del medio, a los huesecillos en cadena que trasmiten el sonido (martillo, yunque y estribo) y a la trompa de Eustaquio que comunica el oído medio con la faringe y que es la responsable de igualar la presión entre el interior del oído medio y el exterior.
El colesteatoma es una otitis media crónica (OMC), es decir, una inflamación de la mucosa del oído medio que no remite y se mantiene en el tiempo sin mostrar tendencia a la curación. Es un “pseudotumor” formado por el crecimiento de la mucosa y de la membrana timpánica que recubren el oído medio. También se le denomina queratosis o querotoma.

Es frecuente una otitis media aguda previa

El colesteatoma no tiene por qué ir precedido de una otitis media aguda aunque a menudo encontramos una otitis hipervirulenta previa. Esta otitis provoca una perforación de la membrana timpánica y un crecimiento de las células de esta membrana con posterior infección por algunas bacterias. También se desarrolla una especie de “bolsa” que va creciendo desde la membrana timpánica hacia el oído externo y va destruyendo a su paso distintos elementos del oído.

Sus causas

Se discuten dos posibles causas: o bien una alteración congénita, es decir, que está presente desde el nacimiento y es debido a restos embrionarios que pueden persistir en el hueso temporal
o bien es adquirido. Entre los adquiridos podemos encontrar los primarios cuya causa podría ser la succión debido a una presión negativa constante entre el oído medio y el exterior debido a un cúmulo de secreciones por cuadros mantenidos de otitis medias secretoras que impiden la buena ventilación del oído medio. Los secundarios son los más frecuentes y ocurren tras una otitis hipervirulenta que destruye la membrana timpánica y la perfora de forma marginal o periférica, no central. Las células de la membrana timpánica van creciendo y acumulan células de la piel (epidérmicas) del oído externo formando una “masa” que se independiza y crece en todas la direcciones destruyendo localmente el oído. Este colesteatoma se suele infectar continuamente por gérmenes anaerobios, pseudomonas, dando lugar a una otorrea o secreción por el oído continua.

Síntomas

Aparece una secreción por el oído (otorrea) que suele ser continua pero escasa, pardusca, purulenta y a menudo muy fétida. También cursa con una disminución de la audición (hipoacusia) de transmisión, es decir, es la masa del colesteatoma la que hace de tapón para evitar la buena transmisión del sonido. No existe relación entre la importancia de las lesiones y la entidad de la sordera. Cuando el colesteatoma ha destruido el oído medio y el interno la hipoacusia será mixta (trasmisión y percepción). También puede aparecer dolor de oído, sensación de presión o dolor de cabeza hemicraneal (del lado del oído afecto), generalmente porque el colesteatoma está a presión dentro de su habitáculo.

Diagnóstico

El exudado purulento fétido por el oído es muy característico. La otoscopia convencional (que consiste en ver el conducto auditivo externo y el tímpano o membrana timpánica con un otoscopio), nos permitirá apreciar una perforación marginal o periférica de la membrana timpánica, casi siempre en la zona llamada “pars flácida”. A través de la perforación se puede ver la masa blanquecina que constituye el colesteatoma. A veces la perforación es tan pequeña que es difícil de apreciar con el otoscopio por ello se puede emplear un microscopio específico que visualiza mínimas perforaciones. Cuando hay un colesteatoma se ha de buscar el signo de la fístula (conducto anormal, ulcerado y estrecho, que se abre en la piel o en las mucosas).
La audiometría suele mostrar una hipoacusia de transmisión aunque en ocasiones la audición es bastante buena en relación a la cuantía de la lesiones.
La exploración radiológica es fundamental, en proyecciones del cráneo específicas para oído se pueden ver lesiones destructivas en el hueso que rodea al oído. La tomografía axial computerizada (TAC) consigue excelentes imágenes de todas las estructuras del oído medio, especifica los límites del colesteatoma y es fundamental para un perfecto conocimiento de las lesiones previas al acto quirúrgico.

Tratamiento

El tratamiento del colesteatoma es quirúrgico y esta cirugía se ha de realizar con urgencia. En un segundo tiempo, si ello es posible se intentará reconstruir el oído para paliar la hipoacusia creada.
Con la cirugía radical tenemos casi la total seguridad de erradicar el colesteatoma, si bien posteriormente se puede realizar una reconstrucción con motivos funcionales. Con la cirugía funcional obtenemos mejor función del oído pero corremos más riesgo de recidiva o nueva formación del colesteatoma, por ello el tipo de cirugía será el considerado por el especialista en otorrinolaringología conjuntamente con el paciente.
Si no es posible el tratamiento quirúrgico se realiza un tratamiento médico con antibióticos vía local y general, curas ambulatorias que extraerán el colesteatoma posible a través de la perforación aunque seguro que el tejido extraído se reproducirá con el tiempo.

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