El Eritema Multiforme (EM) es una reacción aguda que afecta a la piel y a veces a las mucosas, con lesiones características en forma de diana, que puede ser inducida por múltiples desencadenantes. Aunque el exantema es muy variable, en cada paciente suele ser uniforme.
Se estima que la incidencia anual es menor de un 1%. Es más frecuente en personas de 20-40 años, aunque puede darse a cualquier edad y en ambos sexos. Habitualmente es leve, autolimitado, sin secuelas y en ocasiones con recurrencias periódicas. No suele presentar síntomas prodrómicos.
Aunque hasta hace poco se pensaba que el síndrome de Stevens Johnson era una forma grave de eritema multiforme, actualmente se le considera una entidad diferente, ligada generalmente a una reacción a fármacos y dentro del mismo grupo que la necrolisis epidérmica tóxica.
Cuando ocurren 6 episodios o más al año con una duración de cada episodio de 6 a 10 días hablamos de eritema multiforme recurrente. Esta forma ha sido relacionada con la infección del virus herpes simple (VHS) en un 61-100% casos. También se ha relacionado con el virus hepatitis C (VHC), candidiasis vulvovaginal, aftosis compleja, ingestión de ácido benzoico (conservante de alimentos) y erupción lumínica polimorfa.