La oxitocina es una hormona que se popularizó al ser asociada a la pasión entre las personas y, por ello, recibió el apellido de hormona del amor. Esta sustancia, sin embargo, tiene otra serie de funciones, especialmente durante el embarazo.
La oxitocina es una hormona producida por el hipotálamo, una pequeña región que se encuentra en el cerebro. Varios estudios científicos señalan que la oxitocina es la responsable de mejorar la capacidad del individuo para relacionarse socialmente, desarrollar empatía y tener mayor sensibilidad con la situaciones vividas por otras personas. También se asocia a la reducción del estrés y de cuadros depresivos. Esta hormona, además, juega un papel importante en la llegada al orgasmo.
La oxitocina es popularmente conocida como la hormona del amor porque está demostrado que el organismo libera una mayor cantidad de esta sustancia cuando se está cerca de quien se ama. Su liberación reduce el estrés, aumenta el bienestar físico y mental, y aumenta la seguridad respecto a la fidelidad de la otra persona.
En el hombre, la oxitocina ayuda a controlar comportamientos agresivos y hace aflorar sentimientos como la amabilidad y la generosidad. Esto se compensa por la acción de otra hormona, la testosterona. La oxitocina sintética, por su parte, actúa especialmente sobre el placer sexual masculino. En estos casos, la hormona aumenta la sensibilidad en el pene y los testículos y la lubricación de los órganos genitales, así como eleva la producción de hormonas anabolizantes.
A pesar de tener funciones específicas para el hombre, la oxitocina en las mujeres, especialmente en las embarazadas, es fundamental. Esta hormona estimula la contracción muscular uterina, haciendo el parto más fácil, y reduciendo los sangrados durante el mismo. Después del nacimiento del bebé, la oxitocina aumenta su producción de forma natural en los momentos de lactancia.
La oxitocina sintética se utiliza en casos específicos. En primer lugar, se puede usar para provocar contracciones uterinas y estimular el inicio del parto en aquellos casos en los que no sucede de forma natural. Por otro lado, la hormona también se puede utilizar para reducir los sangrados post-parto y después de un aborto. Además, inhalar oxitocina sintética minutos antes de la lactancia aumenta el descenso de la leche en mujeres con dificultades para amamantar al bebé. Finalmente, las pastillas de oxitocina se pueden usar para aumentar el deseo o el placer sexual.
La oxitocina sintética, tanto en pastillas como en spray, se puede encontrar en farmacias. No obstante, solo debe usarse con prescripción médica ya que solo es recomendable para personas que tengan una concentración natural de la hormona por debajo de lo normal.
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