La persona mayor es muy frágil, y ante un cuidador o situaciones que le desbordan puede sentirse indefenso
- La familia continua siendo el principal punto de apoyo para muchas personas de la tercera edad.
- A pesar de las prestaciones que se ofrecen desde las instituciones públicas y privadas son los familiares quienes más a menudo cuidan a sus mayores.
- La incorporación de la mujer al trabajo y el ritmo de la sociedad actual imponen, cada vez con mayor frecuencia, que haya que recurrir a personas ajenas al hogar para que se encarguen del cuidado y atención de sus mayores.
La mujer sigue siendo la cuidadora principal
- De sus capacidades y de su empatía con nuestro familiar va a depender una buena parte de su felicidad y bienestar.
- A pesar de que la esperanza de vida es cada vez más larga no todo el colectivo de personas mayores logra llegar hasta el final de su vida en perfectas condiciones.
- Aunque no estén enfermos a menudo los mayores requieren la ayuda de terceras personas para realizar algunas de sus tareas cotidianas como acudir al médico, cocinar o bañarse, aunque sean capaces de vivir solos.
- Sigue siendo la familia, y en especial la mujer, la encargada de atender y de cuidar a los abuelos, a los suegros o a algún pariente de edad avanzada.
- A pesar de su incorporación al mercado laboral y al incremento de los recursos públicos y privados de los últimos años en el 87% de los casos es una mujer la que atiende a la persona mayor de la familia.
- En el 77% de los casos esta mujer está casada y su edad media es de 52 años.
- En el 60% de los casos vive con el familiar que atiende y tiene algún grado de parentesco con él (el 43% son hijas, un 22% esposas y un 7,5% nueras).
- En más de la mitad de los casos la mujer no recibe ayuda de ninguna otra persona para realizar esta tarea.
¿Cómo elegir al cuidador ideal?
- Debe tener vocación: tiene que gustarle trabajar con personas mayores.
- Debe tener la formación necesaria, especialmente cuando se trata de personas dependientes o imposibilitadas.
- Debe tener intuición para alertar a la familia, al médico o a los servicios sociales de cualquier anomalía que detecte.
- Debe tener empatía con la persona que cuida y ser respetuoso con sus costumbres.
Antes de contratar a un cuidador
- Es importante definir las necesidades que tiene la persona de la que se va a ocupar.
- Valorar si es una persona con un gran dependencia o que toma mucha medicación.
- Si es una persona que sólo necesita un poco de compañía.
- Hay que definir qué tipo de profesional necesitamos y qué tipo de titulación precisa: auxiliar de geriatría, auxiliar de clínica, persona de compañía, asistenta en las tareas del hogar, etc.
- Debemos tener referencias de la persona elegida antes de contratarla.
- Es importante contar con la aprobación de la persona mayor antes de meter algún desconocido en casa.
Cualidades importantes en un cuidador
- La formación.
- Que le guste trabajar con personas mayores.
- Respeto a su intimidad y sus costumbres.
- Intuición para detectar y alertar de cualquier problema.
- Atento a sus reacciones, opiniones y gustos.
- Tener facilidad de comunicación con el anciano.
- Agilidad y destreza para atender a personas con problemas de movilidad.
- Simpatía.
- Ser cariñosos.
- Ser motivador para que el anciano mantenga al máximo su calidad de vida.
- Deben ser capaces de darse cuenta de sus cambios de humor, si comen o no, si les inquieta algo a la persona que cuidan y deben transmitirlo a sus familiares o a los médicos que están a su cargo.
¿Qué debe tener en cuenta la familia?
- Hay que evitar la picaresca: a menudo las personas que se ofrecen en anuncios en la calle o en centros públicos no tiene la suficiente formación.
- Deben supervisar su trabajo y exijirle el cumplimiento de sus funciones.
Condiciones de vida
- La última encuesta realizada por el Imserso (Instituto de Mayores y Servicios Sociales) sobre las condiciones de vida de las personas mayores en España revela que el 91% de las personas viven solas durante todo el año mientras que el 0,6% dice rotar entre casas de sus hijos.
- Entre los que señalaban tener dificultades para realizar alguna de las actividades básicas, un 38,5% afirmaba contar con el apoyo de las hijas, un 22,2% con el del cónyuge, un 10,2% con el de los hijos y un 9,2% con el de una empleada del hogar.
- Más de la mitad de los mayores encuestados considera que los hijos cuidan peor a sus padres que generaciones anteriores.
- En España se estima que el porcentaje de personas mayores que presentan una dependencia importante está entre un 10 y un 15 % de las personas mayores de 65 años.
- A pesar del claro predominio de las mujeres en el ámbito del cuidado, los hombres participan cada vez más en el cuidado de las personas mayores bien como cuidadores principales o bien como ayudantes de las cuidadoras principales, lo que significa un cambio progresivo de la situación.
Tareas de los cuidadores
- Ayudar en las actividades de la casa (cocinar, lavar, limpiar, planchar, etc.).
- Ayudar en el transporte fuera del domicilio (por ejemplo, acompañarle al médico).
- Ayudar en los desplazamientos dentro del domicilio.
- Ayudar en la higiene personal (peinarse, bañarse, etc.).
- Ayudar en la administración del dinero y los bienes.
- Supervisar la toma de los medicamentos.
- Colaborar en tareas de enfermería.
- Resolver situaciones conflictivas derivadas del cuidado (por ejemplo, cuando está agitado).
- Ayudar en la comunicación con los demás cuando existen dificultades para expresarse.
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