Las amebas son unos parásitos intestinales que causan la amebiasis, la tercera enfermedad parasitaria más extendida en el mundo según el número de contagios.
La ameba es un parásito intestinal del tipo Entamoeba histolytica. Se trata de pequeños parásitos que viven el el intestino de humanos y perros. Al inicio de su vida, antes de llegar a la fase parasitaria, son inofensivas y permanecen escondidas en un quiste cubierto de quitina, una sustancia que los protege del exterior.
Una vez consumido el quiste se liberan en el estómago produciendo la amebiasis. Estos parásitos se alimentan principalmente de bacterias y nutrientes del estómago de su hospedador.
El cuadro clínico y epidemiológico permite al médico obtener un primer diagnóstico de amebiasis intestinal. Pero solo puede confirmarlo cuando logre encontrar la Entamoeba histolytica en las heces o en los tejidos del paciente.
Las muestras de heces deben ser frescas y recientes. La amebas suelen mostrarse con más facilidad en los copos sanguinolentos de moco de las heces. A veces es necesario examinar entre tres y seis muestras de heces para poder confirmar el diagnóstico.
En cambio, el diagnóstico de amebiasis extraintestinal es más difícil, puesto que el examen de las heces suele ser negativo.
En ciertos casos, cuando el médico sospecha un absceso hepático amebiano, el único método para diagnosticar consiste en la administración de un tratamiento de prueba con amebicidas.
Las pruebas serológicas en sangre ofrecen resultados positivos en casi todos los enfermos con absceso hepático amebiano y en más del 80 % de los que padecen disentería amebiana aguda.
Las pruebas con mayor grado de sensibilidad de las que se dispone son la hemoglutinación indirecta y la inmunoabsorción de tipo enzimático (ELISA).
Esta enfermedad parasitaria aguda puede tratarse con fármacos como el metronidazol, el tinidazol o la emetina, clorhidrato en inyectables.
El tratamiento de la amebiasis crónica incluirá la administración de medicamentos como el metronidazol o el tinidazol.
La amebiasis puede tratarse también con diyodohidroxiquinoleina, fenantrolinquinona y paromomicina.
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