Los oxiuros son pequeñas lombrices blancas que miden alrededor de 0,5 cm de largo. Son parásitos del intestino que parecen filamentos blancos.
Los oxiuros son parásitos del aparato digestivo que a menudo están presentes en los niños, sobre todo, en el recto. Se contagian fácilmente y los huevos pueden sobrevivir hasta 2 semanas fuera del organismo, por ejemplo, en la ropa o en la cama.
Los oxiuros provocan picores en la parte externa anal o vaginal. Pueden aparecer lesiones secundarias a los picores y lesiones de rascado, como el impétigo (infección cutánea) a nivel del ano. Los picores —frecuentes por la noche— impiden dormir y provocan cansancio e irritabilidad. A veces cursan también con dolores abdominales y diarrea.
Los huevos se transmiten por contacto directo. Cuando el niño infectado se rasca, los huevos anidan en las uñas de sus manos y puede transmitir los oxiuros si toca a otro niño, por ejemplo. De la misma forma, los huevos se pueden transmitir por contacto indirecto, a través de algunos objetos, la ropa o el baño.
Antes de todo, hay que visualizar las lombrices. El diagnóstico se efectúa mediante la visualización de las lombrices (que tienen un aspecto de filamento blanco) y sus huevos en la parte externa del ano, en otras partes del cuerpo o en los excrementos que pueden llegar a recubrir.
En cuanto a los oxiuros en adultos, los primeros signos pueden aparecer de 10 a 15 días después de la infección. Diferentes factores pueden influir en los síntomas, como la reacción individual de cada organismo, la existencia de enfermedades crónicas previas (sobre todo las enfermedades gastrointestinales o las alergias) y su grado de severidad, entre otros. Pueden aparecer picores en la zona alrededor del ano que se presentan principalmente de noche, ya que es en este momento cuando la hembra se arrastra desde el ano. Los picores también se extienden al perineo y, en las mujeres, a la zona genital. Además, pueden aparecer dolores abdominales recurrentes, deposiciones blandas o acompañadas de mucosidad, problemas de insomnio debido al picor, irritabilidad o reacciones alérgicas.
Además de los descritos en el párrafo anterior, en las mujeres pueden aparecer flujos y descargas que provienen del tracto genital, las relaciones sexuales se vuelven dolorosas, hay prurito genital y a veces ampollas en la vulva y la vagina.
Los oxiuros ingresan a nuestro organismo al consumir, de forma involuntaria, huevos de oxiuro mediante la alimentación. El ciclo de infección comienza con la ingesta de estos huevos microscópicos. Aunque es poco frecuente, la infección en los adultos también puede transmitirse por vía aérea mediante la inhalación de los huevos al sacudir la ropa de cama o alguna prenda de vestir.
Una vez ingeridos llegan al intestino y se desarrollan. Los oxiuros hembra descienden por el intestino, pasan por el colon y salen del cuerpo a través del ano. Ponen huevos en los pliegues de la piel que rodean el ano y estos huevos son los que provocan picores e irritación en la zona. Cuando una persona se rasca, los huevos pasan a los dedos y pueden sobrevivir allí durante varias horas. Si la persona infectada toca ropa de cama, prendas de vestir, asientos de inodoros, juguetes u otros objetos del hogar, los huevos pasan a estas superficies y pueden sobrevivir allí durante un máximo de tres semanas.
Las infecciones por oxiuros son más frecuentes en niños de entre 5 y 10 años, personas que viven en asilos y quienes tienen un contacto regular y cercano con estos grupos. Las infecciones se transmiten con mucha facilidad, aunque pueden tratarse de forma eficaz con medicamentos. También es posible una reinfección. El traspaso de huevos de oxiuro es más sencillo entre los niños, ya que suelen llevarse juguetes u otros objetos infectados directamente a la boca. Los huevos también pueden pasar de los dedos contaminados a bebidas o alimentos. Una vez ingeridos, los huevos van directamente al intestino.
El medicamento antiparasitario más utilizado es el albendazol. Se toma mejor junto con las comidas y viene en forma de tabletas. La dosis a tomar depende de la severidad de la infección. Los efectos adversos son raros y pueden incluir fiebre, urticaria, fatiga y molestias de garganta. Otros efectos secundarios menos comunes son dolor abdominal, diarrea, mareos, dolor de cabeza, náuseas y vómitos.
La mayoría de los medicamentos para tratar los oxiuros necesitan receta médica, pero existen dos opciones de venta libre: el Pin-X es un remedio de venta libre de una sola dosis que contiene pirantel pamoato (un agente antiparasitario conocido como antihelmíntico). El otro es Reese's Pinworm Medication, también a base de pirantel. Si los síntomas provocados por la infección son muy severos, existe una pomada calmante de venta libre para ser aplicada en la zona afectada hasta que los gusanos y sus huevos se hayan eliminado por completo.
El mebendazol es un medicamento que se utiliza para tratar diferentes tipos de infecciones por lombrices. El mebendazol (Vermox) se usa para tratar infecciones por ascáride y tricocéfalo, por lombrices intestinales u oxiuros, por tricocéfalos, ascáride y anquilostoma. El mebendazol pertenece a una clase de medicamentos llamados antihelmínticos. Para tratar los oxiuros, el mebendazol normalmente se administra en una sola dosis (una vez).
Es importante tratar ante todo a un niño que se rasca la parte externa del ano. Se debe prescribir un tratamiento antiparasitario. Puede tardar en hacer efecto hasta 10 o 15 días, aproximadamente. Los picores pueden persistir todavía 7 días, aproximadamente, tras el comienzo del tratamiento. La eficacia del tratamiento confirmará el diagnóstico. A menudo, se realiza una segunda tanda del tratamiento quince días más tarde.
Se deben tratar todos los miembros de la familia. El entorno más próximo debe tomar también el tratamiento, aunque no tengan síntomas, lo que es muy habitual en los adultos.
Algunas medidas simples permiten evitar las recaídas, por ejemplo, limpiar el entorno, pasar la aspiradora y ventilar la casa, así como desinfectar la ropa de cama, la ropa del niño y sus juguetes. No sacudir la ropa de cama con el fin de evitar la propagación de los huevos y lavarse las manos regularmente, sobre todo, antes de comer y después de ir al baño. Llevar siempre bien cortadas las uñas y no morderlas ni comerlas.
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