La dopamina es un neurotransmisor, es decir, una molécula que transmite la información entre las diferentes neuronas del cerebro. Cuando se altera su producción o movimiento, se deteriora la comunicación entre las neuronas. El papel de la dopamina en el cuerpo es muy complejo y, al mismo tiempo, importante ya que opera en muchos sistemas del organismo.
La dopamina es emitida por algunas neuronas en la sinapsis, el espacio entre las propias neuronas. Se une a los receptores de otras neuronas y, de esta manera, permite transmitir información de una neurona a otra. Dependiendo del tipo de receptor, el efecto de la dopamina varía, si es a nivel de la receptora o emisora, es la que recibe o no. La dopamina es importante para la atención, pero también para el corazón y los riñones, también puede inhibir la síntesis de prolactina y, por tanto, detener la producción de la leche materna.
La enfermedad de Parkinson denota una destrucción de ciertos receptores en las neuronas dopaminérgicas, que controlan el movimiento del cuerpo. Esto provoca los temblores característicos de la enfermedad de Parkinson. Algunos de los fármacos basados en dopamina se pueden utilizar para reducir estos síntomas, mientras que un exceso de dopamina en ciertas áreas del cerebro puede conducir a síntomas asociados con la esquizofrenia. En estos casos, los fármacos inhiben la dopamina para unirse a sus receptores.
La dopamina se libera en el cerebro durante las experiencias relacionadas con el placer y, sobre todo, con la ingesta de medicamentos. Desempeña un papel importante en otros tipos de adicciones, además de los sentimientos como el amor y el placer sexual.
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