La infiltración consiste en inyectar un antiinflamatorio (por lo general corticosteroides) en una articulación inflamada o cerca de una zona dolorida. La infiltración de la rodilla se utilizan principalmente para tratar el dolor relacionado con la gonartrosis. En la rodilla, permite obtener una mejoría del dolor durante unas pocas semanas. El efecto sobre el dolor es transitorio y la evolución de la artrosis en ocasiones puede conducir a la necesidad de cirugía y a la colocación de una prótesis total de rodilla. A veces, el ácido hialurónico se utiliza para realizar infiltraciones.