La infiltración son técnicas de inyección con productos diferentes cerca de una raíz nerviosa o en una articulación, cuyo objetivo es disminuir el dolor. Se pueden hacer utilizando puntos de referencia específicos cuando las zonas que queremos infiltrar son superficiales o que los puntos de inyección son fácilmente identificables. Pero en el caso de las áreas más profundas, como puede ser el caso en la cadera, por ejemplo, se puede realizar bajo control radiológico: se llaman infiltraciones radioguiadas o ecoguiadas dependiendo de que el método de localización utilizado sean los rayos x (radiografías, TAC) o el ultrasonido (ecografía).