La articulación designa la unión de dos o más huesos. Todas las articulaciones no son móviles y hablamos de sinartrosis cuando los huesos están soldados. En una articulación están presentes varios elementos incluyendo el cartílago, que recubre las articulaciones móviles, los ligamentos que unen los huesos entre sí y la sinovial que es un líquido lubricante que facilita el movimiento. Las articulaciones más conocidas son móviles como la cadera, la rodilla o el tobillo a nivel de los miembros inferiores y el hombro, el codo o la muñeca a nivel de las extremidades superiores, pero también existen entre cada vértebra de la columna vertebral. En ellas pueden aparecer inflamaciones crónicas como la artritis reumatoide o la espondilitis anquilosante, infecciones (en cuyo caso hablamos de artritis) pero también una degeneración en relación con el envejecimiento del cartílago (en este caso hablamos de artrosis). Una articulación puede ser estudiada con una mini-cámara: se habla entonces de artroscopia.