Es una tablilla, a menudo de plástico rígido o inflable a veces, que permite la inmovilización de una parte del cuerpo en caso de fractura o lesión. La tablilla puede ser colocada por los mismos bomberos o por un equipo médico en un contexto de un traumatismo de un miembro para mantenerlo inmovilizado. Puede tener dos objetivos: un interés analgésico para aliviar el dolor pero también la inmovilización para evitar un desplazamiento de hueso en caso de que exista una fractura real. Una radiografía u otro examen de imágenes permite confirmar o eliminar la fractura. Una tablilla se puede dejar durante varios días o semanas mientras se produce la curación, ya sea en el caso de una fractura no desplazada o un daño en los ligamentos en el caso de los esguinces.