El calcio es un constituyente del cuerpo y tiene un papel importante en su funcionamiento. Está presente en los huesos y en los dientes. Cuando se encuentra en los tejidos u órganos en los que normalmente no está presente, se le llama calcificación. Puede provocar molestias dependiendo de su tamaño y su ubicación, pero a menudo la calcificación es benigna. La calcificación puede aparecer en caso de hipercalcemia, en la evolución de ciertos tumores y como consecuencia de fenómenos de necrosis. Las calcificaciones pueden ser responsables de dolores y deformidades.