La torsión testicular designa la torsión del cordón espermático, que es el órgano que conecta el testículo al resto del aparato genital. Se manifiesta de forma brusca por un dolor muy violento en un testículo a nivel de la bolsa y un aumento significativo de su volumen. Los dolores a veces pueden causar incapacidad para caminar, náuseas y vómitos. En caso de sospecha de torsión testicular, la atención médica debe ser rápida para evitar la necrosis testicular y pérdida funcional del testículo. El tratamiento quirúrgico es necesario y después de la apertura de la bolsa, el cordón espermático se somete a la destorsión. En el caso de que el tratamiento haya sido precoz los tejidos adquieren de nuevo su color y esto nos indica que el testículo es funcional. En este caso se fina el testículo para evitar un nuevo episodio: a esto se le llama orquidopexia. En la ausencia de recoloración nos indica que los tejidos se han necrosado y que el testículo debe ser eliminado: hablamos entonces de una orquiectomía. En ambos casos, el testículo situado en la otra bolsa también debe ser fijado.