La atrofia testicular impide el crecimiento normal de los testículos. El mejor tratamiento para este tipo de enfermedades es la prevención.
La atrofia testicular es una enfermedad que provoca una reducción anormal del tamaño de los testículos.
Asimismo, la atrofia testicular puede mermar e incluso interrumpir el funcionamiento normal de los testículos y causar problemas de fertilidad o esterilidad en el hombre.
Un hombre puede padecer atrofia testicular a causa de enfermedades o patologías genéticas o infantiles e infecciones crónicas o que hayan lesionado el testículo, por ejemplo, una orquitis.
También aparece como consecuencia de epididimitis o debido al consumo de sustancias tóxicas, alcoholismo crónico o adicción a ciertas drogas.
Del mismo modo, la anemia crónica, padecer un cáncer testicular y la ingesta de esteroides y anabolizantes también causan atrofia testicular.
La atrofia testicular se caracteriza por una disminución del tamaño normal de los testículos.
Los hombres que padecen atrofia testicular experimentan dolores testiculares, impotencia, disfunción sexual, infertilidad y retrasos o trastornos de la pubertad.
Para poder diagnosticar una atrofia testicular, el médico o especialista llevará a cabo un interrogatorio sobre los antecedentes médicos y el estilo de vida del paciente. A continuación, se realizará un examen físico en el que el médico palpará los testículos en el escroto y realizará un examen de los genitales externos.
Adicionalmente, el especialista podrá prescribir la realización de otras pruebas que confirmarán el diagnóstico. La más común es la ecografía (ultrasonido) testicular, una prueba que se efectúa de forma sistemática en casos de atrofia comprobada. Los especialistas suelen pedir a menudo un examen sanguíneo y en ocasiones un examen urológico.
El tratamiento de la atrofia testicular dependerá de la causa que haya provocado la aparición de la enfermedad. Es decir, primero se deberá tratar la enfermedad causante de la atrofia de uno o de ambos testículos. Si los testículos no evolucionan una vez que se haya tratado la causa, el médico podrá prescribir un tratamiento hormonal o quirúrgico.
Puesto que las enfermedades infantiles, particularmente las paperas, aumentan el riesgo de atrofia testicular, lo más importante es vacunar al niño.
Además, prevenir la atrofia testicular requiere la adopción de un estilo de vida sano donde el consumo de alcohol sea ocasional y no se tomen drogas.
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