Las irregularidades menstruales pueden tener diversas causas, como desequilibrios hormonales, infecciones, enfermedades, traumatismos y ciertos medicamentos. En tu caso, dado que tienes 39 años, es posible que estés experimentando cambios hormonales relacionados con la perimenopausia, que generalmente ocurre a fines de los 40 y principios de los 50. Sin embargo, también podrían estar involucradas otras causas, como síndrome de ovarios poliquísticos, fibromas uterinos, pólipos endometriales, adenomiosis, entre otros.
Es importante que consultes a un médico o ginecólogo para que evalúe tu situación y determine la causa de tus períodos irregulares y prolongados. El médico puede pedirte que sigas tus ciclos menstruales en un calendario, tomando nota del tiempo que duran y de la abundancia del sangrado, así como de cualquier síntoma que tengas y su duración. Además, es posible que te realicen pruebas y exámenes adicionales para descartar otras afecciones.
El tratamiento de las irregularidades menstruales varía según la causa y los factores del estilo de vida. Algunos tratamientos comunes incluyen anticonceptivos orales, progestina cíclica, dispositivos intrauterinos de liberación hormonal, ablación endometrial y, en casos extremos, histerectomía. Es fundamental que sigas las recomendaciones de tu médico para abordar adecuadamente tu situación y mejorar tu calidad de vida.