La dieta cretense o mediterránea refleja el estilo de vida de los habitantes de la cuenca mediterránea: Grecia, Creta, España, Italia, países que usan el aceite de oliva en su alimentación.
La tasa de mortalidad por dolencias cardiovasculares de los cretenses es mucho más baja que en los demás países. Esta dieta está asociada a la buena salud y a la longevidad.
Se basa en una alimentación sana, equilibrada, rica en frutas y verduras frescas, legumbres y cereales. Permite prevenir las enfermedades cardiovasculares y tener una mejor calidad de vida.
El aceite de oliva contiene ácidos grasos mono insaturados que mejoran la tasa de buen colesterol y reduce los riesgos de enfermedades cardiovasculares. Limita las grasas saturadas que aumentan el colesterol malo. Favorece las verduras frescas y las frutas y permite el consumo de buenos lípidos,que provocan un aumento del colesterol bueno y de la disminución de los riesgos cardiovasculares.
Los alimentos a evitar o a reducir son la mantequilla, la margarina, el azúcar, las carnes rojas y los productos lácteos a base de leche de vaca
Los alimentos permitidos son el pan, el aceite de oliva, de colza y de soja, los cereales, las frutas crudas, cocidas o secas, las hierbas, las verduras, las leguminosas (cacahuetes, guisantes, soja, lentejas) y el pescado. El consumo de carnes, huevos y queso (oveja, cabra) es posible, pero en pequeñas cantidades. Uno o dos vasos de vino al día.
Permite comer alimentos naturales. Mantiene el peso ideal durante una larga temporada.
No hay ningún aspecto negativo realmente, pero hay que aceptar que esta dieta es sobretodo un modo de vida, con buenas costumbres alimentarias que no siempre conllevan una pérdida de peso.
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