La melancolía es una forma de depresión grave, la más grave de ellas.
Una persona afectada de melancolía está en un estado de gran angustia psicológica, cansado de la vida. Los síntomas más indicativos de melancolía es una pérdida de las ganas de vivir, la falta de reacción a los estímulos agradables, con un "dejarse ir" importante con anorexia y pérdida de peso, una culpabilización importante y una marcada depresión. La melancolía puede provocar, en casos de evolución crónica, una disminución de las capacidades intelectuales e incluso conducir al suicidio.
Esta forma de depresión requiere una hospitalización inmediata y el establecimiento de un tratamiento antidepresivo. En algunas formas de melancolía, especialmente en aquellas que cursan con delirios o fenómenos de estupor con inmovilidad y silencio, un tratamiento llamado sismoterapia o terapia electroconvulsiva con estimulación eléctrica aplicada al cráneo puede realizarse en una situación de emergencia.