El delirio es un trastorno mental que afecta al funcionamiento del pensamiento. Las ideas se vuelven confusas y no se corresponden con los hechos objetivos. La percepción de la realidad esta completamente alterada. El delirio psicótico es un delirio crónico, vinculado al desarrollo de una psicosis por el sujeto. La persona afectada se desconecta de la realidad, su percepción de la vida cambia, sus juicios son incorrectos y el paciente no es consciente de que padece este trastorno: hablamos en psiquiatría de anosognosia. Distinguimos en psiquiatría corriente 2 grandes tipos de psicosis crónicas: la esquizofrenia y los delirios crónicos no esquizofrénicos.
La esquizofrenia se manifiesta por la asociación de un síndrome disociativo, es decir, de una alteración conjunta de las funciones del comportamiento, afectivos e intelectuales, y de un delirio paranoide. Los delirios paranoides a menudo son del tipo de persecución, delirante sensación de ser perseguido, pero también pueden manifestarse asociados a otros temas. Los mecanismos son diversos: ilusiones, alucinaciones, interpretaciones. La enfermedad progresa con una importante pérdida de contacto con la realidad y un aislamiento progresivo.
Otros tipos de delirios crónicos son :
El diagnóstico se basa en un examen psicológico, realizado por un psiquiatra.
Los criterios de los exámenes son los siguientes :
En un cuadro psiquiátrico de este tipo ciertos tratamientos medicamentosos pueden iniciarse: los antipsicóticos, los neurolépticos y los estabilizadores del estado de ánimo. Los tratamientos se prescriben durante periodos muy largos, generalmente de por vida. Una psicoterapia suele ser necesaria. Algunos pacientes no pueden vivir solos y tendrán que permanecer en instituciones especiales.