Un metrorragia corresponde a una pérdida de sangre más o menos importante de origen uterino que se produce fuera del ciclo menstrual de la mujer.
La sangre puede tener varios aspectos: rojo, negro, con o sin coágulo y el sangrado puede ocurrir por varios días. Si no se toma el tiempo, puede conducir a una anemia y no constituir la resolución de la patología subyacente.
La mayor parte de los casos de metrorragia están relacionados con causas menores, como un desequilibrio hormonal, fibromas, pólipos, problemas de coagulación o una anormalidad del endometrio, llamada adenomiosis. Otras causas más serias de este trastorno pueden estar relacionadas con tumores malignos. La metrorragia en la menopausia o que aparece antes de la pubertad debe considerarse como un fenómeno anormal. La metrorragia que ocurre durante la pubertad se asocia, generalmente, con la menstruación excesiva, que corresponde entre 2 y 5 % de las adolescentes en los dos primeros años después de la primera menstruación.
La metrorragia durante el primer trimestre es muy común y se presenta en una de cada cuatro mujeres al inicio del embarazo. En cualquier caso, la consulta de un médico es necesaria en cualquier etapa del embarazo, porque la metrorragia puede ser señal de un aborto espontáneo, un embarazo ectópico o tardío, así como de síntomas de enfermedades más graves, como un hematoma retroplacentario o placenta previa.
Siempre consultar con el médico en caso de metrorragia fuera del período menstrual.