El proceso de coagulación sanguínea es un fenómeno complejo que tiene como objetivo solidificar la sangre líquida. La producción de coágulos de sangre impide la hemorragia.
El médico prescribe un examen de coagulación sanguínea tanto a las personas que padecen hemorragias inexplicadas como a aquellas que padecen trombosis (coágulos en las cavidades cardíacas o vasculares).
Para medir la coagulación sanguínea, el médico prescribe tres exámenes. En primer lugar, la tasa de protrombina (TP) mide el tiempo de coagulación de un plasma sanguíneo citratado en presencia de tromboplastina cálcica. En segundo lugar,la prueba del tiempo de tromboplastina activada mide el tiempo de coagulación de un plasma sanguíneo recalcificado en presencia de tromboplastina y de un activador de partículas. Por último, el tiempo de sangría (TS) mide el tiempo observado entre la creación de una herida y la interrupción de la hemorragia.
Los valores normales de la coagulación sanguínea deben mostrar una tasa de protrombina (TP) superior al 70 %, el tiempo de tromboplastina activada debe situarse entre 30 y 40 segundos mientras que el tiempo de sangría (TS) será de entre dos y cuatro minutos (técnica de Duke) o entre tres y cinco minutos (técnica de Ivy).
La tasa de protrombina puede aumentar en ciertos casos, como en la toma de un tratamiento anticoagulante por antivitamina K (el caso más frecuente).
La tasa de protombina puede disminuir a causa de una insuficiencia hepatocelular (cirrosis, hepatitis o ictericia).
También puede provocar el descenso de la tasa de protrombina un déficit de vitamina K por malabsorción o consecutivo a un tratamiento AVK.
Solo un alargamiento del tiempo de tromboplastina activada es anormal.
El tiempo de tromboplastina activada puede alargarse si el paciente sigue un tratamiento con anticoagulantes como la heparina o si padece la enfermedad de von Willebrand.
También puede alargarlo el déficit de los factores VIII o IX (hemofilia A y hemofilia B) y el déficit constitucional en otro factor de la coagulación.
Asimismo, el tiempo de coagulación será más largo si el paciente sufre una insuficiencia hepática como cirrosis o hepatitis o si padece una anomalía de un anticoagulante circulante espontáneo o un trastorno del fibrinógeno,
Es también más largo en el niño y más corto en las personas mayores.
El tiempo de sangría puede aumentar a causa de una trombocitopenia (reducción del número de plaquetas en la sangre), una trombopatía (funcionamiento anormal de las plaquetas) o en caso de padecer la enfermedad de von Willebrand.
Del mismo modo, el tiempo de sangría suele alargarse cuando el paciente tiene anemia, durante el embarazo y cuando se toma una aspirina.
Por el contrario, el tiempo de sangría es más corto en el niño.
Es importante tener en cuenta que los resultados pueden variar según la técnica utilizada por el laboratorio. Además, las pruebas de coagulación sanguínea no constituyen un diagnóstico, por eso se debe consultar a un médico con el fin de prever exámenes complementarios o un posible tratamiento.
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