El cáncer de hueso es debido, a menudo, a la migración de metástasis que provienen de un cáncer primitivo, especialmente de mama, riñón, tiroides, pulmón y próstata. Más raramente puede tratarse de un cáncer primario a nivel del hueso y afecta principalmente a niños y adolescentes, y rara vez a los adultos.
Los cánceres de huesos en los niños y los adultos no son los mismos: en los niños suele tratarse de osteosarcomas o del sarcoma de Ewing; en los adultos suelen ser condrosarcomas, linfomas óseos primarios o plasmocitomas.
El diagnóstico se realiza sobre todo mediante radiografía. Dependiendo del tipo de tumor se puede proponer una quimioterapia, radioterapia o la cirugía.