La descalcificación ósea es la disminución en la cantidad de calcio contenido en los huesos; el calcio es uno de los elementos que garantizar su solidez. Puede afectar a una sola localización ósea o al conjunto del esqueleto. Los síntomas son principalmente dolores en los huesos afectados. Y los huesos así fragilizados son más susceptibles a las fracturas incluso por traumatismos leves en etapas avanzadas. La descalcificación ósea tiene varias causas, la principal es la alimentación pobre en calcio y la deficiencia de vitamina D (necesaria para la fijación del calcio en el hueso), frecuente en los ancianos. Otras enfermedades como la osteoporosis, la osteomalacia o los tumores óseos son responsables de descalcificaciones.