Denominamos escrófula a una enfermedad también denominada adenopatía cervical tuberculosa crónica. Esta patología se caracteriza por la aparición de lesiones inflamatorias situadas debajo de la piel, bien delimitadas, que evolucionan hacia la ulceración. Se desarrolla a nivel de los ganglios linfáticos del cuello que se infectan por el bacilo responsable de la tuberculosis. Pueden afectar tanto a niños como a adultos. La cicatrización tarda tiempo y suele dejar cicatrices poco estéticas.