La cicatrización es un fenómeno natural que consiste en la reconstrucción de un área dañada. Puede tratarse de la regeneración de un tejido o de un órgano, a menudo la piel, o de la consolidación de un elemento separado en dos como por ejemplo una fractura de un hueso. La cicatrización cutánea implica diferentes fases que llevan a la desaparición de la lesión y al reemplazo de las células enfermas por células sanas. En el caso de las fracturas, el hueso inmovilizado se consolida para formar un hueso idéntico al original. El tiempo de cicatrización depende de la naturaleza y de la gravedad de la lesión.