Es una hormona secretada por las células del estómago y desencadena la sensación de hambre. La liberación de la grelina se realiza cuando el cuerpo necesita de un nuevo aporte de energía y, pues, de alimento. La tasa de grelina disminuye después de las comidas y la sensación de hambre desaparece. Esta hormona ha sido objeto de diversos estudios: inhibir su acción permitiría luchar contra la obesidad. Al menos contra la obesidad debida a un exceso de alimentación. Efectivamente otros factores influyen también en la obesidad: predisposición genética, problemas hormonales, toma de ciertos medicamentos, etc.