También llamada hipoplastia, la hipoplasia designa el crecimiento insuficiente de un tejido o de un órgano. Hablamos, por ejemplo, de hipoplasia pulmonar, de hipoplasia tiroidea o de hipoplasia de un seno. Descrita en 1870 por Rudolph Virchow esta patología es habitualmente de origen genético, aunque causas toxicológicas también se han sido descritas. Así, la exposición de un embrión a determinadas sustancias químicas o a medicamentos que favorecen las malformaciones pueden provocar hipoplasias.