Si el recién nacido cuenta con al menos 270 huesos, un hombre adulto sólo tiene no más de 206. Constituyendo el esqueleto, los huesos se forman a partir del teido conjuntivo solidificado. Tienen como función principal asegurar la protección de los órganos y sostener el conjunto de las estructuras del cuerpo humano. Los huesos intervienen también en la fabricación de calcio así como en la formación de la sangre. Los huesos largos, los huesos cortos y los huesos planos constituyen las tres grandes categorías de los huesos del cuerpo humano.